Hoy en día podemos ver una gran cantidad de organismos. Desde los años de la post-guerra y a partir de la mitad de los años cuarenta, se tomó una consciencia de desarrollo conjunto entre las naciones; y en este caso, de las naciones latinoamericanas. En este presente trabajo desarrollaremos el tema de los diversos organismos que se han venido creando en nuestra región, sus funciones y el fin último de estos.
La idea de integración tiene sus inicios en Simón Bolívar. Un militar, político, y libertador que contemplaba el gran sueño integrador de América Latina. Los conflictos territoriales en esta región, brotaron rápidamente. La Guerra entre la Gran Colombia y el Perú en 1828 – 1829; un conflicto armado que luchaba por la soberanía de las regiones de Maynas, en la amazonía, Tumbes en la costa y Jaén, en los andes. La Guerra entre la Confederación Argentina y la Confederación Perú-Boliviana en 1837-1839, en la cual, la primera le declaró la guerra por sospecha de una posible anexión de provincias por parte la Confederación Perú – boliviana. La Guerra del Pacífico en 1879 – 1804, se enfrentaron las repúblicas de Chile, Bolivia y Perú; como resultado de la anexión de los departamentos de Antofagasta (Bolivia), Tarapacá y Arica (Perú). Y entre muchas guerras que se desarrollaron en el siglo XIX y en el siglo XX. Estas guerras tienen la característica de ser por ambición de territorio, por aquella insaciable búsqueda de satisfacer su pleonexia.
Es así que en búsqueda de mantener un status quo, se decidió crear una entidad que esté conformada por todas las naciones del continente americano. La idea era muy clara y concreta: La cooperación. En 1948, La Organización de los Estados Americanos (OEA) fue fundada, y su principal objetivo era crear un sistema cooperativo, de justicia y de orden. En este contexto, la Organización de Naciones Unidas (ONU) ya estaba en pie, al igual que el Fondo Monetario Internacional (con la conferencia de Bretton Woods).
Sin duda la creación de la OEA fue un factor determinante. ¿Por qué es esto? Porque por primera vez los países del continente americano, conformaban un solo bloque. Pero detrás de este hecho, se encontraba el argumento de una potencia que demostró su poderío, ya a finales de la Segunda Guerra Mundial. Esa potencia era los Estados Unidos y su “Doctrina Monroe”. Cabe resaltar que salió beneficiado por la creación de este organismo.
Esta doctrina se caracterizaba por la frase “América, para los americanos”; claramente esta frase puede ser entendida de distintas maneras. Puede ser comprendida, como el continente americano para los países que conforman este, rechazando cualquier intento de recolonización por parte de una nación extranjera. Una segunda interpretación puede ser tomada como un interés puramente geoestratégico estadounidense. Al referirse de esta manera, se tomaría a América Latina como el famoso Backyard.
Si bien durante el periodo de la guerra fría, se produjeron varios conflictos armados, políticos en nuestra región. Los asuntos se resolverían de manera individual; y la economía iba creciendo por el modelo de sustitución de importaciones. Como la historia nos demostró, este modelo fracaso y la década perdida surgió. Los países endeudados y estancados recurrieron a la ayuda del FMI, para poder así, encontrar una solución para esta crisis. Junto con esta crisis, un plan para la nueva estructuración político-económico se vio necesario, y en este sentido, se creó el Plan Brady; y un famoso listado de políticas, llamado el Consenso de Washington. Lo especial de esta época, fue todas las circunstancias que acontecían en pocos años: El increíble avance de la tecnología (asuntos militares, telecomunicaciones, y entre otros), el liberalismo financiero y la importancia del mercado y la no intervención estatal y, dos potencias que estaban a punto de irse a una guerra termonuclear.
A finales del siglo XIX, los países adoptaron el modelo de desarrollo abierto, el único camino era el de la integración económica. Se crearon organismos como la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), El Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), La Comunidad del Caribe (CARICOM), El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) o más conocido como el NAFTA por sus siglas en inglés, La Alianza del Pacífico, La Comunidad Andina de Naciones (CAN), Alianza Bolivariana para América (ALBA), La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
En esta época, la integración junto con la cooperación, se apreciaba como único modelo de desarrollo. Cabe mencionar, que existen innumerables organismos que interactúan en nuestra región, pero en este artículo, sólo hemos mencionado a los más relevantes; con la visión de tener un esquema estructural del ámbito actual.
Pero, ¿A qué se debe tantos organismos en nuestra región?
Se debe a razones político-económicas, comerciales y geoestratégicas. Las posiciones políticas, sus visiones e intereses al conformar los bloques regionales, se clarifican. Los países centroamericanos buscaban hacer frente y mayor peso ante las decisiones de América del Norte y del Sur. Por otro lado, la mentalidad bolivariana que aparecería en los bloques del ALBA y, recientemente, en el CELAC. Su característica principal, el de la no participación de Los Estados Unidos y Canadá; y la autodeterminación de las naciones hispanoamericanas. La posición de los países de la Alianza del Pacífico, y por ser específicamente un bloque económico de cooperación mutua, se inclinaría más a la apertura de mercado.
La posición comercial, también juega un papel determinante. La geografía de los países del MERCOSUR, se encuentran en una posición favorable al negociar con aquellas naciones que limitan con el Océano Atlántico, al tener más facilidades en temas de transporte. Las naciones que limitan con el Pacífico, al igual, vieron la necesidad de negociar en conjunto, con las naciones asiáticas; y en este contexto podemos ubicar al Asia-Pacific Economic Cooperation, (APEC), por sus siglas en inglés.
La relación de países de Norte - Sur y su interdependencia compleja, ha motivado la continuo comercio entre ambos, a pesar de los discursos que se puedan dar. Como está el Venezuela, el cual fervorosamente menciona rechazar el imperialismo estadounidense y que, por cosas de la vida, es el mayor exportador de petróleo a este. Podemos recalcar también a aquellas naciones que presentan el llamado “doble discurso”, como lo es Perú, México y otros países más. El caso peruano, la incertidumbre y la indecisión se comprueba al pertenecer a dos organismos, que naturalmente son incompatibles (UNASUR y Alianza del Pacífico). México por el otro lado, también conforma el famoso NAFTA y el CELAC. La diferencia está más que desbordante.
Por otro lado, la relación Sur –Sur entre países, podría facilitar una cooperación más armonizada, simétrica y con condiciones que no se escapan de las posibilidades existentes en nuestra realidad recién surgente. Como último punto, podemos afirmar que la aparición de excesivos organismos en nuestra región, se puede definir como lo que en Relaciones Internacionales, llamamos un Melting pot. Ya que las tan variadas posiciones, los discursos y los giros en torno a las políticas estatales, solo se presentan como una imagen, que a pesar de la inmadurez de algunos países y su apasionada visión; pasarían a un plano, que en donde la necesidad comercial, no tiene fronteras, y los intereses de las naciones sobrepasa a más de una organización.